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domingo, 20 de junio de 2010

Cap8: Un Cuento Chino

Es un shock caer a China después de ir a Japón. No cuento nada nuevo, todo el mundo escribe-dice lo mismo. Perdón por la falta de originalidad! No puedo evitarlo, es demasiado evidente. Después de conocer la super hospitalidad de los japo, cae pesado ver a los chinos escupir en la calle, oler su jedor insoportable por las calles o, peor aun, encerrados en el metro, o verlos atropellar viejitas cuando a los codazos garronean en las larguisisisimas colas que hay para todo (si, es verdad, hay muuchos chinos!!).

A Lo Usain Bolt en el mismísimo Nido

Por suerte fuimos a PekínBeijing luego de las Olimpiadas. No me quiero imaginar lo que sería esa ciudad antes del lavado de cara que toda Olimpiada implica. La ciudad es... olorosa. Mas allá de la nueva arquitectura tratando de darle un carácter internacional o moderno a la city, el olor a podrido te persigue por todos lados. ¿Que hicimos ahí? Bueh, la banda de yoruguas atracó el Mercado de la Seda, donde regateando bajabas precios de 1.500 a 200 o menos yuanes. Las vendedoras, rapidisimas, te hababan en español: "¡Guapo! ¡Cincuenta! ¡Cuarenta Finito! ¡Finito, Finito! ¡Amigo Loco!". También, Recorrimos La Muralla China, y nos metimos en la Ciudad Prohibida, que se vé que ya no es taaaannn prohibida, porque estaba llena de chinos.

A diferencia de Japón, donde uno se esforzaba por aprender el idioma, sólo 2 palabras aprendí en mi estadía en China: "Goooagghhhh*.... stupp*!!!" (*sonido de formar un gargajo asqueroso lleno de moco con la garganta y el sonido de escupirlo en cualquier lugar). Tuvimos la suerte de caer en Shangai en plena Expo Mundial, pero no se pudo disfrutar: habian muchos chinos. Muchisimos chinos. Con una sola idea: sellar el pasaporte. Los chinos hacian enormes colas (de horas!!) para entrar a cada uno de los 192 stands de los 192 paises participantes, para conseguir llenar su "pasaporte" con los 192 sellos. Ese parecia ser su unico objetivo. Y fotografiarse con cada ojo-redondo que vieran.

Shangai al atardecer

Ya saturado de tanto chino, viajar a Hong Kong, ciudad china pero ex-colonia inglesa al fin, facilitó un poco las cosas. Se trata de una ciudad muy linda en aspectos paisajisticos, son islas rodeadas de grandes montañas, hay playas y un show de luces todas las noches, interpretado por los edificios que están contra la bahía. Ah, y también hay chinos.

Bonus Track: la Expo Mundial de Shangai, nos dió la oportunidad de volver a sentirnos en nuestro paisito, aunque fuera en forma de mediocrisimo stand con forma de vaca... Eso si, no hay forma de describir la sensación de comer un chivito en Shangai! Además, degustamos otros productos típicamente uruguayos como la Coca-Cola y el famoso "Sundae yorugua".

El Sundae del Negro Obdulio

Bonus Track II: En el pabellón de Venezuela (bastante lindo, se vé que el amigo Chavez puso la petrotarasca) había un hall lleno de hamacas paraguayasvenezolanas mostrándose para los chinos que se fotografiaban junto a ellas maravillados. Ahí vi el cartel de advertencia mas increible de mi vida:

...sin comentarios...

1 comentario:

  1. Que pena que te hayas llevado esa impresión de China, pero es TAN grande, de seguro deben de haber montones de lugares hermosos y gente más amable (bueno, digo yo...), que raro que no vieran panditas!.
    En fin, al menos ese cartél de advertencia hizo que tooodoo el viaje y oloes valiera la pena :D no creí que esas cosas podrían ser un arma mortal, no volveré a subirme en una :(

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